La mayor parte del material de este capítulo aborda aspectos técnicos de la administración de proyectos (la estructuración de la red de un proyecto y el cálculo de la ruta crítica), pero, como se observa en el caso inicial, no cabe duda que los aspectos administrativos también tienen enorme importancia. El éxito de la administración de un proyecto es en gran medida una actividad que requiere de un cuidadoso control de los recursos críticos. En este libro se dedica mucho tiempo a hablar de la administración de recursos no humanos, como las máquinas y los materiales, sin embargo, el recurso fundamental para los proyectos suele ser el tiempo de los empleados. Los recursos humanos muchas veces son lo más caro, y las personas implicadas en los proyectos son críticos para el éxito de la empresa, y, con frecuencia, los más valiosos son los administradores, los asesores y los ingenieros.
La administración en los niveles más altos de una organización suele realizar malabarismos con una cartera de proyectos. Hay muchos tipos diferentes de proyectos, desde la creación de productos enteramente nuevos, las revisiones de productos viejos y los nuevos planes de marketing, hasta toda una serie de proyectos para servir mejor a los clientes y para reducir los costos.
Casi todas las compañías manejan los proyectos en forma individual, empujando cada uno de ellos para que pase por la tubería con la mayor velocidad y efi ciencia de costos posibles. Muchas de estas mismas compañías son muy buenas para aplicar las técnicas que se describen en este capítulo de modo que innumerables tareas son desempeñadas impecablemente, pero los proyectos no siempre presentan los resultados esperados. Es peor, muchas veces ocurre que los proyectos que consumen la mayor cantidad de recursos son los que tienen menos relación con la estrategia de la empresa.
Dentro del cuadro general, la decisión vital es qué mezcla de proyectos es más conveniente para la organización. Una empresa debe tener la mezcla correcta de proyectos que apoye mejor su estrategia. La compañía debe seleccionar los proyectos de entre las clases siguientes: derivados (cambios incrementales, como nuevos empaques de los productos o versiones sin adornos), innovaciones (cambios mayores que crean mercados enteramente nuevos) y plataformas (mejoras fundamentales aplicadas a los productos existentes). Los proyectos se pueden clasifi car en cuatro áreas básicas: cambio en el producto, cambio en el proceso, investigación y desarrollo, y alianza y asociación (véase la ilustración 3.1).
No hay comentarios:
Publicar un comentario