Muchos de estos elementos se relacionan con actividades efectuadas por otras funciones, por ejemplo, el departamento de compras o la función de producción. El planeamiento y control de la producción hace exactamente lo que su nombre dice: planea y controla la producción. Para entender como se hace esto, se usa un ciclo de retroalimentación.
El corazón del ciclo es un proceso; puede tratarse de compras, producción, costos, inventario, etc. Cada proceso individual tiene una entrada y una salida específicas. En el proceso de inventarios, el material que fluye entra y sale. La diferencia en las tasas de flujo determina el nivel de inventario. Cada proceso tiene una meta, de nuevo específica. La meta de producción puede ser un plan de producción, mientras que la de costos puede ser operar dentro de cierto nivel de costos.
Se mide la salida del proceso actual y se compara con la meta. Cualquier desviación retroalimenta al proceso o su entrada. El control de la desviación hace que cambie el proceso o la entrada. Las funciones principales del planeamiento y control de la producción son establecer las metas y medir las desviaciones. Entonces la esencia de la planeación y control de la producción consiste en la administración de las desviaciones al mismo tiempo que las metas son consistentes con las de la organización. La meta es a optimización de los sistemas, y no la optimización de sólo un elemento.