miércoles, 30 de julio de 2008

CÍRCULO DE SOPORTE – DESPERDICIO/VALOR (Parte I)


En la vida diaria con frecuencia se recibe el consejo de no desperdiciar recursos, como el tiempo y dinero. Al reflexionar sobre este aspecto se descubre que en realidad se recibe consejos de no usar un importante recurso (tiempo y dinero) si no se gana algún valor. Como la misión principal de un proceso productivo es incrementar el valor para el consumidor final, este principio sencillo se convierte en un concepto importante en los sistemas de producción. El cliente está dispuesto a pagar por el valor, no por el desperdicio.

DESPERDICIO

En el contexto del proceso de manufactura, el desperdicio se define como cualquier recurso gastado en exceso de lo requerido y lo valorado por el cliente. Aunque no siempre es fácil determinar la mínima cantidad de recurso necesaria, algunas veces el desperdicio es obvio. El cliente espera una calidad perfecta en el producto; esto se puede lograr “haciéndolo bien la primera vez” o mediante el retrabado hasta que se logra la calidad deseada. Desde el punto de vista del cliente el valor se debe obtener “en una pasada”, y el retrabado adicional y sus correspondiente costo son desperdicio. Este ejemplo representa una medida de desperdicio. La reducción o eliminación del desperdicio significa reducir el costo, lo cual tiene una correlación directa con una de las metas primordiales del sistema de producción.
En general el desperdicio ocurre en tres aspectos: tiempo, dinero y esfuerzo. El tiempo y el esfuerzo se pueden expresar mediante un costo equivalente. El tiempo de entrega excesivo o la mala calidad son desperdicio, como lo son un diseño de producto con demasiada ingeniería, el exceso de inventario y los gastos generales inflados. Cualquier otra actividad cuya contribución al valor del producto (y la satisfacción del cliente) sea cuestionable será también desperdicio.

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