En la tabla 1.3 se indican otras diferencias entre bienes y servicios que afectan las decisiones de la
administración de operaciones. Aunque los productos de servicios son diferentes a los bienes, la función
de operaciones sigue siendo transformar los recursos en productos. En realidad, muchas veces las
actividades de la función de operaciones son similares para bienes y servicios. Por ejemplo, tanto los
bienes como los servicios deben tener estándares de calidad establecidos, y ambos deben diseñarse y
procesarse de acuerdo con un programa en una instalación en la que se emplean recursos humanos.
Dado que ya establecimos la distinción entre bienes y servicios, debemos señalar que en muchos
casos esta distinción no es clara. En realidad, casi todos los servicios y bienes son una mezcla de un
servicio y un producto tangible. Incluso servicios como la consultoría pueden requerir un informe tangible.
De manera similar, la venta de la mayoría de los bienes incluye un servicio. Por ejemplo, muchos
productos tienen los componentes de servicio de financiamiento y entrega (por ejemplo, las ventas de automóviles). Muchos también requieren de capacitación y mantenimiento después de la venta
(por ejemplo, las copiadoras para oficina y la maquinaria). Las actividades de “servicio” también pueden
constituir una parte integral de la producción. Administración de recursos humanos, logística,
contabilidad, capacitación, servicio en el sitio y reparación son actividades de servicio, pero se realizan
dentro de una organización de manufactura.
La mayor parte de los bienes contiene un
servicio, y la mayor parte de los servicios contiene
un bien
Cuando no se incluye un producto tangible en el servicio, éste se llama servicio puro. Aunque no
existen muchos servicios puros, en algunos casos la asesoría puede usarse como ejemplo. La figura
1.4 muestra la variedad de servicios que hay en un producto. Esta variedad es amplia y muestra la penetración
de las actividades de servicio.
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