El sector servicios proporciona un reto especial para la medición precisa de la productividad y de su
mejora. El marco analítico tradicional de la teoría económica se basa principalmente en actividades
relacionadas con la producción de bienes. En consecuencia, la mayor parte de los datos económicos
publicados se relaciona con la producción de bienes. Pero los datos indican que a medida que nuestra
economía de servicios contemporánea ha aumentado en tamaño, hemos tenido un crecimiento más
lento de la productividad.
En el sector servicios, la productividad ha mostrado dificultad para mejorar porque a menudo el
trabajo es:
1. Intensivo en mano de obra (por ejemplo, asesoría, enseñanza).
2. Enfocado en atributos o deseos individuales (por ejemplo, asesoría para inversión).
3. Una tarea intelectual realizada por profesionales (por ejemplo, diagnósticos médicos).
4. Difícil de mecanizar y automatizar (por ejemplo, un corte de cabello).
5. Difícil de evaluar en cuanto a su calidad (por ejemplo, el desempeño de un despacho de abogados).
Entre más intelectual y personal es la tarea, resulta más difícil lograr incrementos en la productividad.
Las bajas mejoras en la productividad del sector servicios también se atribuyen al crecimiento de las
actividades de baja productividad en este mismo sector. Éstas incluyen actividades que antes no formaban
parte de la economía medida, como el cuidado de niños, la preparación de alimentos, la limpieza
de casas y el servicio de lavandería. Estas actividades se han desplazado del hogar a la economía
que se mide conforme más y más mujeres se unen a la fuerza de trabajo. Es probable que la inclusión
de tales actividades haya dado como resultado una medición más baja de la productividad en el sector
servicios, aunque, de hecho, probablemente la productividad real haya aumentado porque estas actividades
ahora se producen de manera más eficiente que antes.12
Sin embargo, a pesar de la dificultad para mejorar la productividad en el sector servicios, se han logrado
algunos avances. Y este texto presenta una gran variedad de formas de alcanzar mejoras. De
hecho, lo que puede realizarse cuando la administración pone atención a la forma en que se realiza el
trabajo, ¡es sorprendente!13
Aunque la evidencia indica que todos los países industrializados tienen el mismo problema con la
productividad de los servicios, Estados Unidos sigue siendo el líder mundial en productividad general
y productividad en los servicios. En Estados Unidos, la venta al menudeo duplica la productividad que
existe en Japón, donde las leyes protegen a los dueños de tiendas contra las cadenas de descuento. La
industria telefónica estadounidense es cuando menos el doble de productiva que la alemana. El sistema
bancario estadounidense también es un 33% más eficiente que los oligopolios bancarios alemanes.
Sin embargo, debido a que la productividad es muy importante para el trabajo de los administradores
de operaciones, y como el sector servicios es tan grande, este libro destaca, en especial, la forma de
mejorar la productividad en el sector servicios. (Por ejemplo, vea el recuadro de AO en acción “Taco
Bell mejora la productividad para bajar los costos”).
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