Últimamente, la gestión de la cadena de suministros (GCS) ha sido el centro de atención de numerosos directores ejecutivos porque proporciona una oportunidad de reducir gastos y vencer a la competencia.
Algunas formas de usar la GCS para obtener una ventaja competitiva son: mejorar las relaciones con los vendedores, externalizar la fabricación, la logística o ambas, trasladar la fabricación al extranjero y abrir nuevos canales de distribución.
La expresión «gestión de la cadena de suministros» se remonta a finales de la década de los años 80 y en la actualidad el software y las consultorías que se especializan en la GCS son muy corrientes. Han crecido a un ritmo sorprendente y entre ellas hay gigantes como SAP y Oracle.
A unque la expresión es relativamente nueva, los problemas que trata la GCS no lo son. D e hecho, prácticamente todo el m aterial incluido en este libro involucra la gestión de la cadena de suministros en algún sentido y dicha gestión en sí se interpreta, en líneas generales, del mismo m odo que la gestión de explotación.
Lo que la hace única es que considera el problema de gestionar el flujo de bienes como un sistema integrado. Como dijo el director del Stanford Supply Chain Forum: «La gestión de la cadena de suministros tiene que ver con la gestión de materiales, informaciones y flujos financieros dentro de una red formada por proveedores, fabricantes, distribuidores y clientes.» Esta definición, aunque sencilla, capta todos los elementos esenciales de lo que es la gestión de la cadena de suministros. La figura 5 lo ilustra en forma de paraguas y en ella podemos ver que cubre cuestiones relacionadas con el suministro como la programación de la producción y la planificación de la capacidad, así como cuestiones de distribución como el servicio al cliente y logística hacia el exterior.
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